Siempre me gustó el violeta. Por eso me dio tanta bronca que se pusiera de moda. Me fastidia que parezca que lo uso porque está de moda, a mi me gustó antes. Antes, durante y después de que todas lo usaran. Nunca quise estar a la moda, quise ser diferente. La moda es el sustento de las mente débiles, afianzadas en el rigor de la manzana y los dos litros de agua. Odio la manzana, nunca llegué a los dos litros de agua.
Mi hermana una vez me dijo que era color de lesbianas. No me importó. A mi me gusta el violeta. La moda pasa, mis remeras, duran.
21 de agosto de 2008
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