6 de septiembre de 2009

Hasta ahora ninguno de los profesores que tuve en la UBA me cayó mal. Todos me gustaron. Ahora conozco a este personaje, que tiene cerca de setenta años, anteojos grandotes, patillas, y tanto pelo colorado en los brazos que parece un Osito Cariñoso. Tiene un cuerpo y una postura de un tipo de treinta, pero la cara lo delata. Usa un portafolios del 73' y camina como un pibe de veinte. De vez en cuando apoya un pie en un banco y el otro en el piso y habla desde ahí. Dice que tiene que confesar que esta a favor de el Estado de Bienestar y en contra de Menem, que nos trajo el Neoliberalismo, y con eso, las raíces de muchos de nuestros problemas actuales. Pienso igual. Después dice cosas que me hacen reír mucho, y como no puedo disimular la risa, todos me miran.

"La computadora no tiene ni mayúsculas, ni minúsculas, ni
acentos, ni nada,
tiene todas porquerías la computadora."
"Yo no te puedo decir levántate y anda, porque sería un pedante, tengo que
decirte: levantáte y andá. Pero no se escribe como se habla"
"Si a mi no me enseñaron que pegar esta mal, yo me voy a agarrar a trompadas con un tipo que no piensa como yo, y eso está mal acá, en el siglo de Pericles y en todos lados."
"El material de lectura hay que tratar de masticarlo, y este es bastante indigesto."
"Los chicos que se iban a Bariloche o a alguno de esos lugares extraños."


Me da ternura.

No hay comentarios: