30 de septiembre de 2009

Cielo

A veces quisiera ser un pedacito de cielo,
del cielo del atardecer,
ese de las cinco y media, seis
que tiene rosa, lila y naranja,
y ser belleza.
Quisiera ser un pedacito del cielo del atardecer,
y que vos seas un pedacito de nube,
que seas la cola del conejo que una nena ve desde una hamaca,
que seas esperanza.
Y ser amigos de la luna
que aparezca,
reflejando mi sonrisa en todos los ríos,
y los mares
y en el agua de las calles de Venecia,
y entonces envolverte
y comerte
y que así desaparezcas
dentro mio,
siendo parte de mi,
de ese cielo,
que unos chicos miran
sorprendidos
porque el pedacito desaparece,
se transforma
y ahora la nube es amorfa
y una parte más de mí,
que entonces parezco más inmensa y más hermosa todavía.

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